miércoles, 3 de diciembre de 2008

Everglades, rescate del pantano perdido


Luis Fajardo
Luis Fajardo
BBC Mundo, Miami

Tractor en cañaveral a la orilla del lago Okeechobee
La recompra de terrenos agrícolas sería un elemento clave en la restauración de los Everglades.

En las goteras de la ciudad de Miami está teniendo lugar el experimento de restauración ambiental más ambicioso del mundo.


Con una inversión que eventualmente llegará a los US$10.000 millones, el gobierno federal estadounidense y las autoridades locales buscan restaurar una parte importante del paraíso ecológico que era el sur del estado de la Florida antes de que el mundialmente famoso ecosistema de los Everglades se viera diezmado por casi un siglo de urbanización y desarrollo económico.



BBC Mundo estuvo ahí para examinar el megaproyecto.


No hace falta mucho esfuerzo para llegar a los Everglades.


Apenas retirarse unos minutos de la autopista, dejar las últimas urbanizaciones y los innumerables centros comerciales que caracterizan a esta ciudad, y comienza la vida silvestre.

Paul Warner, funcionario del Distrito de Control Hidráulico del sur de Florida
En la actualidad solo queda la mitad del territorio que constituía históricamente los Everglades
Paul Warner, funcionario del Distrito de Control Hidráulico del sur de Florida

En un pantano cuya tranquilidad se ve interrumpida cada cinco minutos por el paso de aviones dirigiéndose a aterrizar en el aeropuerto de Miami, se escucha también un extraño ruido que nuestros guías del servicio de guardabosques identifican como el de un caimán en celo.


El problema es que esta convivencia tan cercana entre el hombre y la naturaleza está acabando con los Everglades, que pese a ser clasificados como patrimonio de la humanidad por la UNESCO, están consideradas en peligro inminente de deterioro irreversible.


El plan de rescate, anunciado el verano pasado con bombos y platillos, implica, además de grandes y sofisticadas obras de ingeniería para restaurar el flujo natural del agua en la zona, la compra por el estado de decenas de miles de hectáreas de cultivos de caña de azúcar en los alrededores del pantano de los Everglades.


Uno de los objetivos de la multimillonaria operación de compra de terrenos es que, a lo largo de décadas, empiecen a recuperar la vegetación natural y eventualmente reconstituyan el ecosistema pantanoso que caracterizó a esta zona subtropical del sudeste de Estados Unidos.


Agua limpia


En el centro del problema está el agua. Los Everglades dan la apariencia de ser un enorme pantano pero en realidad son un gigantesco río de escasa profundidad por varios kilómetros de ancho, que va desde el Lago Okeechobee, en el centro del estado de Florida, hasta el extremo sur de la península.

Deborah Drum, funcionaria del Distrito de Control Hidráulico del sur de Florida
Las autoridades esperan restaurar el delicado ecosistema con una inversión millonaria.

La presión demográfica ha hecho estragos sobre el ecosistema, y especialmente el flujo de agua a través de la zona natural.


Cerca de 20 millones de personas viven en el estado de Florida.


La ciudad de Miami, con la que limitan los Everglades al oriente, es una de las principales áreas metropolitanas de Estados Unidos. Y al norte de la reserva natural está el núcleo de la industria estadounidense de cultivo de la caña de azúcar.



Todas esas actividades han forzado a la desviación de los flujos naturales del agua para agricultura y el consumo humano, así como la contaminación de las fuentes hídricas.



Restauración a gran escala


Paul Warner, científico ambiental en jefe del Distrito de Manejo de Agua del Sur de Florida, le dijo a BBC Mundo que el proyecto tiene dimensiones gigantescas, pues aspira a rehabilitar casi 29.000 kilómetros cuadrados de ecosistemas de las Everglades.

Caimán recién nacido
La contaminación del agua afecta a muchas especies.

"En la actualidad solo queda la mitad del territorio que constituía históricamente los Everglades", dijo Warner. "El resto se ha perdido a la agricultura y el desarrollo".


"Creo que es muy probable que tengamos éxito en la recuperación de los Everglades, gracias al compromiso de los gobiernos federal y estatal con esta iniciativa", asegura, aunque acepta que nunca se recuperará 100% de lo que era la riqueza natural de la región antes de la urbanización de la región.



"Apoyo local"


Para Warner, la reacción del publico a gastar la suma de US$10.000 millones en un proyecto ecológico ha sido positiva, pese a la difícil situación económica general del país.



"Ha habido gran apoyo y muchas comunidades locales han aprobado incluso impuestos adicionales a las ventas para comprar tierras y contribuir al proyecto general de restauración de Everglades".

Panorámica de los Everglades
El gasto de US$10.000 se utilizará para recuperar miles de hectáreas de terrenos contaminados.

No es solo consciencia ecológica la que impulsa el respaldo al plan.


También está el interés económico, señala Warner, recordando que el parque nacional de Everglades es una de las principales atracciones turísticas de la región e importantes generadores de empleo.


A la pregunta de si programas similares en América Latina podrían aprender lecciones de los Everglades, Warner indica que su oficina presta asesoría a proyectos de restauración en todo el mundo, incluyendo algunas iniciativas en América latina.


Por ejemplo, señala, científicos brasileños buscan aprender de la restauración de los Everglades con miras a contribuir a la protección de su propia reserva de Pantanal, cerca de la frontera con Paraguay, al tener problemas similares.


"La restauración no siempre necesita enormes cantidades de dinero", advierte, contestando así a la pregunta de si este tipo de megaproyectos está fuera del alcance de las naciones en desarrollo.



El costo social


No obstante, hay quienes ven en este proyecto un uso inadecuado del dinero público, y advierten que la protección ambiental inevitablemente tendrá un costo social.

Eric Hopkins, agricultor en la zona de los Everglades.
(La restauración de los Everglades) tendrá un efecto devastador sobre las pequeñas comunidades agrícolas alrededor del lago Okeechobee y llevara a la pérdida de muchos empleos
Eric Hopkins, agricultor

Entre ellos están los pequeños agricultores en los bordes del Parque de los Everglades, a quienes la idea de convertir su tierra productiva en un santuario natural no les atrae en lo absoluto.


Eric Hopkins, propietario de una pequeña granja agrícola, advierte que el proyecto ambiental "tendrá un efecto devastador sobre las pequeñas comunidades agrícolas alrededor del lago Okeechobee y llevara a la pérdida de muchos empleos".


También habrá un costo en términos de la posibilidad de las ciudades del sur de la Florida de crecer de modo casi ilimitado como había venido ocurriendo hasta el momento.


Warner plantea una disminución del ritmo de crecimiento urbano.


"Hemos dicho a los gobiernos locales que no pueden disponer de agua adicional proveniente de los Everglades hasta que hayamos restaurado el ecosistema"


Con todo, las miradas de ambientalistas de todo el mundo permanecerá concentrada en este proyecto, a la espera de comprobar si es posible detener y hasta hacer retroceder los efectos de casi un siglo de desarrollo.


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