martes, 17 de marzo de 2009

¿Una web que rompe el cascarón? "Vague, but exciting…"



Por FRANCIS PISANI (SOITU.ES)

Ésta fue la anotación que el jefe de Tim Berners-Lee escribió a mano sobre el documento donde este ponía sobre la mesa el primer borrador, entregado el 13 de marzo de 1989, de una propuesta de aquello en que iba a convertirse la World Wide Web. Hace veinte años.


Con el ánimo de gestionar mejor el ingente volumen de documentos del CERN, desde el laboratorio de Ginebra donde trabajaba, Berners-Lee estaba sin saberlo a punto de inventar también una herramienta que nos llevaba a plantear y establecer las relaciones humanas de forma distinta.


La idea de establecer vínculos para activarlos entre documentos se remontaba a Memex y a un texto publicado en 1945 por Vanevar Bush, asesor científico de Roosevelt en materia militar.


El considerable impacto de las reglas del juego que esbozó se explica en primer lugar por el hecho de que permiten transformar un espacio lleno de documentos adormecidos, un poco como si de una biblioteca, virtual o real, se tratara, en un auténtico sistema dinámico susceptible de hacer emerger nuevas formas de inteligencia. Pero al insistir no sólo en el contenido sino también en las relaciones, al simplificar su aplicación, al mostrar que nada está (o debería estar) aislado, la web sobrepasa la gestión de la información.


Una página existe también fuera del libro donde se ha concebido. Una canción deja de existir en un CD para conectarse a tantas playlists como queramos, los humanos pueden ahora unirse a otros fuera de las comunidades donde han nacido, a las que pertenecen.


Es toda la manera de relacionarnos entre nosotros la que se transforma, aquella que consistía en pertenecer o no, a estar dentro o fuera, a favor o en contra, que bien podría entrañar una revolución en nuestra forma de conocer y relacionarnos socialmente.


Pero Berners-Lee, al concebir la web, ha engendrado un animal distinto a todos los que conocíamos hasta el momento y cuyo funcionamiento no se puede desprender de lo que ya conocemos sobre la dimensión física del mundo en el que vivimos.


Veinte años después, la web continua siendo algo igual de vago e incluso más apasionante aún.


Y para él esto tan sólo supuso el comienzo: web semántica, Linked Data, Giant Global Graph… no hay quien le pare.


Pero, si queréis conocer mejor sus proyectos, lo mejor es ver la presentación que hizo cuando se celebró la conferencia TED el pasado mes de febrero. Fue allí donde le escuché traer a colación el comentario de su jefe de por entonces. Si nos paramos a pensarlo, no andaba nada desencaminado. ¿Cómo pudo haber sabido que así sería?


En tan sólo unos cuantos renglones, Tim Berners-Lee se permitió añadir otra dimensión (digital) a la dimensión física que nos limitaba hasta entonces, nos invitó a plantearnos las cosas de otra forma y a liberar nuestra forma de relacionarnos con nuestros semejantes… Lo encuentro inmenso para un simple borrador.


Y, a vosotros, ¿qué os parece?


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