La poca vergüenza no es sello exclusivo de ningún político concreto sino que es la forma de actuar en bloque de toda ATI Coalición Canaria. En La Laguna no se respira ni mejor ni peor tras el abandono de la alcaldía de Ana Oramas que marchó a Madrid a preparar su carrera política como primera presidenta de Canarias sino que el tufo sigue instalado en una ciudad que no hay quién la baje de la mediocridad y la indecencia. Con un presonaje gris como el nuevo alcalde como Fernando Clavijo que ni cruje ni muje, con un equipo de gobierno de mediocres que depositan en las empresas que les asesoran todas las deciones que deberían ellos de tomar y donde hasta la todopoderosa Fidencia Iglesias y primera dama de Cajacanarias se ha marchado cabreada pero sin mucho aspaviento y con una oposición del PSOE nula, cuando no decir comprada, que ya quisieran para sí muchas alcaldías del PP en la Comunidad del Espionaje de Madrid anda esta ciudad que no levanta cabeza y que no lo hará nunca como todo siga así.
¿Qué es al patrimonio para ATI? No es, desde luego, algo por lo que sentirse ogulloso como pueblo sino una forma más de especulación, una excusa para repartir prebendas entre los amigos y lo peor que le ha pasado a La Laguna desde que en 1999 fuera declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Reconozco que las obras de peatonalización del Casco Histórico de esta ciudad han supuesto un nuevo horizonte que se ha abierto para esta zona pero que ha sido completamente desaprovechado porque las personas que gobiernan esta ciudad son meros segundones que se ven a menudo sobrepasados por las circunstancias.
En la todalidad de los casos la peatonalización de este Casco Histórico ha supuesto el cambio de materiales nobles, que llevan décadas en estos lugares, por otro de mala calidad compeltamente fungibles para volver a hacer obras en poco tiempo. Esto por no decir la mala planificación con la que todo este proceso se ha realiazado y que ha causado y causa muchos inconvenientes a los ciudadanos a diario.
Aún en tiempo de crisis en el Casco Histórico se van a seguir las labores de peatonalización con tres intervenciones este mismo año: la pavimentación completa de la Calle San Agustín, la reforma de la Plaza de la Concepción en una segunda fase y la pavimentación de la Plaza del Doctor Olivera que ya se está ejecutando. Como las anteriores veces la reforma consiste en sustituir los pocos materiales nobles y antiguos que quedan, bajo la araucaria de esta plaza se están eliminado unos adoquines que habían sido rescatados en otras resformas de las antiguas calles laguneras, por estas piedras que son de mala calidad obtenidas de una cantera en China que lo mejor que se puede decir de ellas es que son una mierda.
Siempre me he preguntado qué es lo que se hace con los materiales nobles que sustituyen. Una vez escuché o leí en un foro que eran retiradas por la empresa concesionaria y vendidas en Holanda o Dinamarca donde pagaban muy buen precio por esta piedras. A mi no me extraña nada que esto sea así. En este reportaje se puede ver como se han retirado algunas de las piedras nobles y éstas esperan embaladas en palés para que después del fin de semana venga un camión a llevarselas y no sepamos nada más de ellas. Después de todo, ¿el patrimonio histórico es sólo un espacio físico que se puede modificar por completo vaciando el contenido de su elementos de origen y convirtiéndolo en un supermercado de ocio y comercio o es algo más?
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