Los informáticos se ponen en pie de guerra

Los informáticos

se ponen en pie de guerra

Laura Gallego

Las Palmas de Gran Canaria

El Plan de Bolonia podría convertirse para los ingenieros informáticos en una oportunidad perdida de saldar la deuda pendiente que el Gobierno tiene con ellos: el reconocimiento de las atribuciones profesionales de un sector del que depende el 2% del PIB. Los 200.000 afectados están llamados a manifestarse en toda España.

Telecomunicaciones, defensa, aviación civil, transporte terrestre, transporte marítimo, sistemas industriales, energía, medicina y salud. Todos estos sectores –y otros muchos– pertenecen a profesiones reguladas en España donde sus tecnologías usan cada vez más sistemas informatizados. Sin embargo, esa parte informática, tan vital en esos campos y cuyos fallos pueden provocar pérdidas económicas o humanas, no está regulada. Es decir, no se garantiza que la persona responsable de su ejecución tenga la formación adecuada. Tan paradójico como cierto.

Y eso es lo que la Conferencia de Decanos y Directores de Centros Universitarios de Informática (CODDI) lleva tiempo pidiendo al Gobierno: que regule la profesión de Ingeniero e Ingeniero Técnico en Informática como vía para que los futuros títulos de grado y máster en este área tengan el mismo trato que el resto de ingenierías. Que aproveche la oportunidad que brinda la incorporación al EEES para solventar esa desigualdad.

Pero lejos de ello, el pasado 23 de octubre el Gobierno dejó Informática fuera del listado de ingenierías cuyas fichas elaboró.

Los estudiantes, respaldados por el CODDI y los colegios profesionales, han convocado hoy una manifestación que en Las Palmas de Gran Canaria partirá a las 12.00 horas de la Plaza de las Ranas. Y aseguran que no pararán hasta que se resuelva la actual solución.

Para ello, el CODDI cree que el Gobierno debería, para empezar, actualizar la ley de 1986 sobre la regulación de las atribuciones profesionales de los arquitectos e ingenieros técnicos, incluyendo la especialidad de informática. A continuación, se debería elaborar un proyecto de órdenes que establezca las condiciones a las que deberán adecuarse los títulos que habiliten para el ejercicio de las profesiones en cuestión.

Preguntada por la situación, la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, contestó hace poco que las fichas no han podido ser elaboradas porque para ello es necesario que la profesión esté regulada, lo que no es así. Es decir, la pescadilla que se muerde la cola.

No obstante, se comprometió a buscar una solución. Pero el tiempo corre en su contra.