domingo, 23 de noviembre de 2008

Sólo un tercio de los españoles creen que las medidas anticrisis del Gobierno serán eficaces

El 60% piensa que las medidas del Gobierno favorecen a la banca frente a un 42% que las juzga buenas para las familias, según el Barómetro de otoño de DYM para ABC. Sólo un tercio opina que son eficaces. El 74% cree que aumentará el paro en 2009


Domingo, 23-11-08


El Gobierno de Zapatero no ha logrado convencer a los españoles de que las medidas económicas que ha tomado en los últimos meses contra la crisis económica sirven sobre todo para favorecer a las familias, que son las que están sufriendo en carne propia el zarpazo del desempleo. Según el barómetro de otoño que ha realizado DYM para ABC, seis de cada diez ciudadanos entrevistados creen que son medidas favorables para los intereses de los bancos, y sólo cuatro de cada diez opinan que son buenas para las familias. Por el peso económico que tiene, la medida estrella del Gobierno ha sido inyectar 150.000 millones de euros para el rescate del sistema financiero. A su lado, el resto de las iniciativas no han sido suficientes para que los españoles piensen que, en general, la actuación del Ejecutivo de Zapatero favorece de manera primordial a las familias.


Los ciudadanos miran las medidas del Gobierno con escepticismo y un tono crítico. Sólo el 34 por ciento opina que serán eficaces contra la crisis, y únicamente el 36 por ciento considera que se han tomado con transparencia. Los votantes del PP son mucho más críticos que los del PSOE. Sólo dos de cada diez son optimistas y piensan que las medidas de Zapatero servirán para atenuar la crisis, frente a los cinco de cada diez votantes socialistas que opinan lo mismo. Todavía menos votantes del PP (el 16 por ciento) consideran que ha prevalecido la transparencia, frente a un 54 por ciento de los socialistas.

La medida del Gobierno de Zapatero que ha sido mejor recibida es la de bonificar con 1.500 euros al año la contratación de parados con cargas familiares. Y las que menos respaldo tienen son las dirigidas al sistema financiero. En especial, la iniciativa para destinar 50.000 millones de euros a la compra de activos a entidades financieras sólo la aprueba el 47 por ciento. Los votantes del PP incluso la rechazan.


En general, la mayoría de los españoles (siete de cada diez) no se han visto obligados a anular ningún gasto previsto, y si ha habido alguno, se citan las reformas en la vivienda, la compra de muebles y electrodomésticos, la compra de un coche y la adquisición de una vivienda, por ese orden.


¿Quién tiene la culpa de la crisis en España? La mayoría mira hacia fuera. El 72 por ciento apunta a la crisis financiera de Estados Unidos, en segundo lugar aparecen los fallos en la regulación del sistema financiero internacional, y sólo por debajo se responsabiliza a la falta de previsión del Gobierno en España.


La cita de Washington

La cumbre del G-20 (más dos, España y Holanda) en Washington merece un capítulo aparte. En primer lugar, la mayoría de los españoles tienen claro que España hizo bien en realizar gestiones diplomáticas para que Zapatero asistiera a la cumbre internacional. El 63 por ciento está bastante de acuerdo o muy de acuerdo, frente al 20 por ciento que no lo está. Ahí, con algunas diferencias, coinciden los votantes del PP y del PSOE.


¿El Gobierno hizo bien en aceptar que Francia le cediera una de las dos sillas que le correspondían o sólo debería haber asistido si Estados Unidos, como anfitrión, le hubiera invitado? Algo más de la mitad de los españoles encuestados (53 por ciento) creen que el Ejecutivo hizo bien al aceptar la silla cedida por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, frente al 38 por ciento que opina que sólo debió participar si George Bush le hubiera invitado expresamente. La opinión mayoritaria cambia por completo, sin embargo, según se pregunte a los votantes del PSOE o a los del PP. La gran mayoría de los primeros (66 por ciento) cree que se ha hecho bien, y la mayoría de los segundos (56 por ciento) opina que no.


¿Volverá a estar España?


Bien o mal, lo cierto es que Zapatero se sentó en la silla cedida por Francia. Por eso, los encuestadores preguntan a los entrevistados si ven probable que España vuelva a asistir a una reunión del G-20, grupo al que no pertenece. Algo más de la mitad cree que es bastante o muy probable que el Gobierno participe en la próxima reunión, prevista para abril. El 18 por ciento no lo ve probable. Son mucho más optimistas los votantes del PSOE que los del PP, pero la mayoría de unos y de otros cree que Zapatero estará en la próxima cita.


Como consecuencia de la presencia de España en la reunión del G-20, casi la mitad de los españoles (44 por ciento) creen que el prestigio de nuestro país se fortalecerá. Sólo el 13 por ciento opina que será más débil a partir de ahora, y el 37 por ciento lo mira con distancia y piensa que todo seguirá igual. También en este apartado son bastante más optimistas los votantes del PSOE que los del PP. El 56 por ciento de los que apoyaron a los socialistas creen que el prestigio patrio saldrá fortalecido, frente al 29 por ciento de los que votaron al Partido Popular.


El prestigio de Zapatero


En cuanto al prestigio personal de José Luis Rodríguez Zapatero en España, cuatro de cada 10 piensan que seguirá igual que hasta ahora. El 35 por ciento cree que se fortalecerá y el 18 por ciento, que se debilitará. De nuevo la opinión varía según la tendencia política. Entre los votantes del PP son más los que creen que su prestigio saldrá perdiendo (27 por ciento) que los que opinan que se reforzará (22 por ciento).


El prestigio será mayor o menor, pero los ciudadanos no tienen nada claro que las medidas adoptadas por el G-20 vayan a ser eficaces. Sólo el 20 por ciento cree que tendrán mucha o bastante eficacia, frente al 34 por ciento que considera que tendrán poca o ninguna. El 36 por ciento se decanta por una respuesta lacónica: tendrán «alguna» eficacia.


1 comentario:

CHOPINGO dijo...

CAPITALISMO
Los amos del mundo: El Club Bilderberg
A LA CRISIS CLUB

Este club fue concebido en 1954 bajo la directiva de los grandes de la Tierra: la banca Rotschild, Rockefeller y Kissinger, son los amos del mundo,'los sumos sacerdotes del capitalismo'.

Poco se sabe del Club Bilderberg una de las organizaciones rectoras de las finanzas, el comercio, la política y las relaciones internacionales mundiales, porque sus decisiones tienen tal incidencia en el devenir del mundo que de trascender quedarían claramente identificados como los mayores responsables del demoledor avance del imperialismo y del capitalismo trasnacional y por lo tanto de sus nefastas consecuencias no solo sobre la humanidad sino también sobre el planeta.

Este superexclusivo club constituye algo así como el cerebro del G8. Suele reunirse en el mes de mayo, generalmente en vísperas o previamente a las reuniones de este, lo que ya de por sí resulta altamente significativo puesto que quienes lo integran son también parte importante del team que lidera dicho grupo: directivos de France Telecom, la Banca Morgan, Coca Cola. The Wall Street Journal, Danone, AOL Time Warner, Bundesbank, Banco Mundial. UNILEVER, Wolkswagen, Royal Ducht Shell, PepsiCo, Daimler Crysler AG, Citibank, el gobernador del Banco de Francia, el del Banco Central europeo, consejeros y primeros ministros de los gobiernos involucrados cuyas decisiones pasan luego a formar parte de las resoluciones que públicamente luego resuelve adoptar el grupo de los ocho.

Su núcleo central es el Comité Directivo que a su vez en función de la agenda temática que formula para sus reuniones puede invitar a sus reuniones anuales a una o dos personas más, sin llegar a superar los ciento cincuenta asistentes y que fue presidido durante mucho tiempo por lord Peter Carrington, ex secretario general de la OTAN. Cuenta asimismo con un Consejo de sabios (que integró Giovanni Agnelli, el fallecido patrón de la FIAT e integra aún David Rockefeller, presidente del Chase Manhatan Bank) y un Consejo de representantes de las principales potencias. Entre los temas tratados últimamente han trascendido el de la energía nuclear y el de la biotecnología
No todos los miembros figuran oficialmente en los listados que llegan a la prensa pues algunos de los asistentes prefieren permanecer en el anonimato.
Su principal objetivo es instalar " por conquista o por sometimiento" un nuevo orden mundial, del que somos y pretenden que sigamos siendo, víctimas.

Pero este tipo de club no es la única organización que decide sobre el futuro del mundo, existen algunas otras organizaciones similares entre las que merece destacarse la Comisión Trilateral.

La Comisión Trilateral fue fundada por David Rockefeller, uno de los más destacados miembros del Club Bilderberg, con la colaboración del polaco Zbigniew Brzezinski (asesor de seguridad del Presidente Carter, preocupados por " el deterioro de las relaciones entre los EEUU, Europa y Japón". Reune anualmente a unas trescientas personas del stablishmen y participan de sus reuniones, hombres del mundo de los negocios, de los medios de comunicación, de la política internacional, muchos de ellos integrantes también del Club Bilderberg y algunas ONGs.

Estas organizaciones tienen en sus manos el poder de influir sobre el curso de los acontecimientos a partir de decisiones tomadas en conclaves casi absolutamente secretos y aunque se definen como defensores de la democracia, no son electos ni actúan en representación de la sociedad sino de sus propios y concentrados intereses arrogándose el derecho de planificar el futuro mundial.

El Imperio que está ahora construyéndose no tiene precedente alguno en la historia, construye un mensaje ideológico que van imponiendo a toda la población de la Tierra, requiere una sumisión perfecta, el alcance supuestamente universal de su discurso, se reviste de pretensiones “científicas”.


El Club Bilderberg fue fundado en 1954 por el Príncipe Bernhard, padre de la Reina Beatriz, con la pretensión de «aumentar el entendimiento entre Europa y Norteamérica»; desde entonces, un misterioso «comité dirigente» selecciona la lista, recolectados entre las elites financieras y políticas de ambos continentes, y los convoca a una cita anual en un hotel de lujo que previamente ha sido alquilado en exclusiva.

En las reuniones de los bilderbergers, envueltas en el más absoluto de los secretismos, se abordan asuntos de defensa y estrategia militar, funcionamiento de los mercados internacionales, ingeniería financiera y otras delicatessen imperiales que sólo los amos del mundo pueden permitirse.

Naturalmente, los hoteles que acogen dichas convenciones, amén de desalojar a los huéspedes que ocupan sus habitaciones, deben asegurar al Club una absoluta discreción. A los empleados se les advierte que cualquier filtración será castigada con el despido fulminante; también se les prohíbe –según cuenta la leyenda– “mirar a los ojos a los bilderbergers”, así como dirigirse a ellos, salvo que previamente hayan sido interpelados. Para completar la escenificación, se rodea el hotel con un cordón de policías armados que lo convierten en una fortaleza inexpugnable.

En la lista de la pasada cumbre de Bilderberg del 5 al 8 de junio de 2008; figuran como asistentes españoles: La reina, Matías Rodríguez (grupo Santander), Bernardino León (secretario del ministro de exteriores) y Juan Luis Cebrián (PRISA).

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