Holocausto II
Hoy les tengo que hablar otra vez de periodismo. Ya sé que éste es un blog de televisión, y que a algunos de ustedes no les gusta que tratemos temas que no están relacionados con la pequeña pantalla, pero no queda más remedio. Se trata de un asunto importante: el conflicto con más víctimas desde la Segunda Guerra Mundial. En los últimos diez años, cinco millones de personas han muerto de manera violenta en la República Democrática del Congo. Aproximadamente el mismo número de judíos exterminados durante el Holocausto.
Hoy, la gran guerra africana sigue viva. Miles de refugiados escapan de las zonas de conflicto y se agrupan en campamentos situados en Goma, los Virunga o la frontera con Uganda, donde sobreviven en condiciones inhumanas. Se trata del mayor depósito de África de oro, diamantes, coltán, cobalto, zinc, hierro, carbón y uranio. Pero no hay agua potable. La falta de alimentos es un problema, y ya se han registrado más de 400 casos de cólera. Las nefastas condiciones sanitarias hacen que aumente la malaria. Crece cada día el número de niños soldados reclutados por los ejércitos. Se trata de un drama de proporciones bíblicas que, curiosamente, es ignorado por unas televisiones que le dedican más tiempo en sus informativos a, por ejemplo, el secuestro de un petrolero saudí en la costa de Somalia.
En televisión, sin imágenes no hay noticia. Y conseguir imágenes de la guerra del Congo es caro, peligroso y poco rentable. Innecesario. Ninguna televisión está dispuesta a enviar un equipo a este conflicto tercermundista. Vuelos, dietas, seguros, desplazamientos, conexiones vía satélite… Es mucho más lógico pagarle ese dineral a Julián Muñoz por una entrevista, y emitirla en 'prime time'. ¿Creen que estas reflexiones impeden dormir a pierna suelta a Pedro Piqueras, director de informativos de Telecinco? Por poner un ejemplo, digo.
"No puedes hacer informativos aburridos en un medio como la televisión", ha dicho Piqueras. Y se toma sus palabras al pie de la letra, rellenado la escaleta con alegres fiambres. Asesinatos, accidentes, tragedias (locales) y demás miserias forman la columna vertebral de los informativos actuales. Incluidos los de TVE. ¿Para qué enviar un equipo al Congo, cuando se le puede mandar a Torrevieja, donde se ha cometido un parricidio con violación sodomita? Rellenan el mismo espacio de televisión y sale mucho más a cuenta.
¿El periodismo ha muerto? No si dejamos de ver la televisión. Gilles Peress es uno de los grandes fotógrafos de Magnum, posiblemente el que mejor ha fotografiado la tragedia de los grandes lagos. Ésta es una selección de su trabajo…
PD:
Tremenda la tv movie '20 N: Los últimos días de Franco' (Antena 3). Tremenda por antitelevisiva, por mala de solemnidad. Por larga y aburrida, por lenta y gris, por carecer de ritmo, de encanto, de sentido, de interés. Una historia agónica alargada hasta resultar soporífera, que alcanzó el absurdo en algunos momentos, como cuando tienen que realizar análisis y electros al dictador enfermo. ¡Qué largo y tedioso! ¡Qué diálogos absurdos, qué planos desganados, innecesarios! Yo me quedo con el plano del actual Rey dando cariñosamente la mano al dictador, que agoniza en la cama. ¿Qué diría hoy Juan Carlos de Franco? ¿Que fue como un padre para él? ¿O que fue un dictador sanguinario?
Un motivo para no ver la televisión
El fantasma del rey Leopoldo
Autor: Adam Hochschild.
Editorial: Península
"En los tiempos de la controversia en el Congo hace cien años, la idea de derechos humanos, políticos, sociales y económicos plenos era una profunda amenaza al orden establecido en la mayoría de los países del mundo. Todavía lo es".
'El fantasma del rey Leopoldo' es un libro absolutamente fundamental para comprender por qué África es un continente derrotado. Y para entender que el actual saqueo del Congo sólo es un prolongación del que inició el rey Leopoldo II de Bélgica a finales del siglo XIX. Este megalómano asesino arrasó los recursos humanos y naturales de la región, y provocó directa o indirectamente la muerte de trece millones de personas. Hoy la batalla es por arrancar el coltán, un metal imprescindible para la fabricación de teléfonos móviles.
Hochschild, escritor y profesor de la universidad de Berkeley, escribió esta obra maestra hace exactamente una década, cuando comenzó un conflicto que duraría cinco años. Varios editores rechazaron el manuscrito, que diez años después se considera un clásico absoluto. Imprescindible.
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