lunes, 17 de noviembre de 2008

LA DIMISION DE ORAMAS EN EL DIARIO DE AVISOS DE HOY. CUANDO YA NO HAY NADA QUE RASCAR INMOBILIARIAMENTE HABLANDO SE DIMITE. ¿CASUALIDADES?

CUANDO UNA CRISIS,

LLEGA Y.

CUANDO LAS CONSTRUCCIONES

SE ACABAN,

QUE CASUALIDAD QUE

SE DIMITA

DE UNA ALCALDIA.


CUANDO MAS HACE FALTA

LA DIMISION


DE ORAMAS




AURELIO GONZÁLEZ




Tal vez hoy lunes la noticia de mayor calado político que se produzca en Canarias sea la dimisión formal de Ana Oramas como alcaldesa de La Laguna y el anuncio oficial de que será su hasta ahora primer teniente de alcalde, Fernando Clavijo, también de Coalición Canaria (CC), quien el próximo jueves tome posesión como primer regidor municipal lagunero.


Antes de referirme al alcance político que la decisión de Oramas puede tener, que va a ser la sustancia de contenido de este comentario de hoy, dejen que me detenga, apenas unas líneas, en unas reacciones socialistas que suscitó el pasado jueves el anuncio de la decisión de la todavía alcaldesa de dejar su puesto en Aguere para ocuparse más intensamente de sus funciones como diputada y portavoz de CC en el Congreso de los Diputados.


Por ejemplo, Juan Fernando López Aguilar, secretario general de los socialistas canarios, acusó a la alcaldesa de hacer un "discurso falso y de doble rasero, pues ha criticado que los políticos canarios que están en Madrid no defienden las islas, y sin embargo ahora es éste el argumento de Oramas para abandonar la alcaldía". El dirigente socialista sabe, pero lo oculta cínicamente, que esa acusación se le hace, no a todos los políticos canarios que ejercen en Madrid, sino a aquellos que por pertenecer a partidos estatalistas obedecen -casi siempre con el silencio- las órdenes que dictan sus jefes de allá.

Por su parte, Santiago Pérez, dijo que la decisión de Oramas es una "falta de respeto a los laguneros y laguneras". Y claro, uno se pregunta: ¿no acusaba, sobre todo la gente del PSC-PSOE, a la alcaldesa de dedicar poco tiempo a La Laguna por su presencia semanal de tres días en Madrid? ¿Cómo es que ahora les parece mal que renuncie a la alcaldía? ¿No será, más bien, una falta de respeto a los electores simultanear los cargos de miembro de la Ejecutiva regional, diputado autonómico y consejero del Cabildo de Tenerife? En fin, está cada vez más claro que cierta clase política -de todos los partidos, ojo- analiza y enjuicia la realidad política influida casi patológicamente por sus obsesiones personales y partidistas. Y lo peor de todo es que esa clase política no es consciente, ni quiero serlo, de que esos comportamientos sí que suponen una clamorosa falta de respeto a la inteligencia y a la voluntad de los votantes y contribuyentes.


Reacciones socialistas aparte, vuelvo a la dimisión de la alcaldesa Oramas para decir, en primer lugar, que, aunque fue noticia, la decisión se esperaba pues no sólo ella misma lo anunció cuando obtuvo el acta al Congreso de los Diputados, sino que el IV Congreso de su partido acordó, hace un par de semanas, que sus miembros no pueden simultanear dos cargos públicos, o uno público y otro orgánico dentro de la formación.


La hasta ahora alcaldesa de La laguna ha dicho que ni está enferma (por cierto, no sé por qué tenía que demostrárselo con mamografías a los periodistas) ni se le ha pasado por la cabeza sustituir a nadie en el Gobierno autónomo. Entre otras cosas -y parece mentira que esto no lo sepan algunos comentaristas- porque no tiene el acta de parlamentaria canaria. También ha dicho, y además con energía, que "hace falta que coja responsabilidades en la regeneración de este proyecto político".


En mi opinión, Ana Oramas renuncia a la alcaldía de La Laguna porque se lo ha pedido encarecidamente su formación política en Tenerife. Creo que determinados líderes de CC en esta Isla, conscientes de la delicada situación política que vive la organización, han decidido aprovechar la imagen y capacidad política de Oramas para intentar fortalecer orgánicamente y reconducir ideológicamente la demarcación nacionalista tinerfeña. Consideraron que era la compañera mejor equipada para llevar a cabo ese cometido.


No hay que olvidar que los dirigentes de CC de Tenerife no salieron muy satisfechos del Congreso Nacional celebrado hace unas semanas en Gran Canaria. Y no por las ponencias o resoluciones ideológicas aprobadas en el mismo, sino más bien por ciertos desequilibrios producidos entre las estructuras insulares que constituyen el tejido orgánico nacional del partido. Por ello resultaba necesario que una persona como Ana Oramas se liberara de sus responsabilidades laguneras para relanzar el nacionalismo canario desde el comité ejecutivo tinerfeño y como portavoz nacionalista seguir haciéndolo desde la tribuna del Congreso de los Diputados. Y no he dicho que Oramas vaya a ser la próxima presidenta de CC en Tenerife, entre otras cosas porque creo que ya está decidido que esa función la siga desempeñando el actual presidente Javier González Ortiz. Sí digo que en mi opinión la ex alcaldesa jugará a partir de ahora un papel importantísimo en la organización tinerfeña de CC, con lo que se fortalece la predominante línea de un nacionalismo canario compatible con la Constitución española y el marco jurídico-político de la Unión Europea.


Por contra, los laguneros pierden una gran alcaldesa. Una mujer que, por ejemplo, desde el Ayuntamiento ha dado un vuelco total, sobre todo con la peatonalización de sus calles y el desarrollo del comercio, al casco urbano de la ciudad; que ha dotado de importantes infraestructuras de servicios básicos y de ocio a los barrios del municipio; que ha sabido sintonizar con la manera de ser y vivir de los vecinos. Una alcaldesa que se ha comprometido con éxito durante diez años en la resolución de los problemas de todos los laguneros y que a partir de ahora lo seguirá haciendo, con más tiempo, en favor de todos los canarios.


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