jueves, 13 de noviembre de 2008

EL IMPACTO ECOLOGICO DE LAS CARRETERAS EN CANARIAS

Seminario Planeta Tierra: ciencias de La Tierra para la Sociedad

EL IMPACTO ECOLÓGICO

DE LAS CARRETERAS

EN CANARIAS





El Dr. Juan Domingo Delgado, presentado en el Seminario Planeta Tierra por el Dr. José María Fernández-Palacios, Vocal de la Sección de Ecología y Medio Ambiente de la Real Sociedad Económica.


La densidad de carreteras en las Islas Canarias es posiblemente la mayor de las islas de Europa. Una tan vasta red de transporte de superficie va además pareja a un aumento sostenido del parque automovilístico y consecuente adaptación del territorio al "modelo" de transporte, sin que por ello se perciban mejoras sustanciales en el tráfico, en los tiempos de viaje o la calidad de vida en general. Paralelamente esta red de infraestructura viaria produce una inevitable alteración en los ecosistemas de las islas.



JUAN DOMINGO DELGADO GARCÍA Lejos han quedado los días en que Pascual Madoz (1846), en su Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España?aludiera al "ramo de caminos" de Canarias como una red de infraestructuras precaria, en terrible estado y que lucha con desventaja con el abrupto relieve para satisfacer una parca demanda de movimientos y flujos económicos. Hoy el panorama ha cambiado tan sustancialmente que en el Plan Insular de Ordenación de Tenerife se presenta el estado de cosas afirmando que los problemas de movilidad de las islas no emanan de una pobreza de infraestructura viaria.


Al contrario, la densidad de carreteras en las Islas Canarias, según algunas estimaciones, es posiblemente la mayor de las islas de Europa en particular, y una de las mayores de esta parte del mundo en general. Sólo en Tenerife hay más de 5000 km de carreteras y más de 12000 km de pistas. La densidad viaria total de esta red es de más de 8,5 kilómetros de carretera por kilómetro cuadrado de espacio insular. Una tan vasta red de transporte de superficie va además pareja a un aumento sostenido del parque automovilístico y a la consecuente adaptación del territorio al "modelo" de transporte, sin que por ello se perciban mejoras sustanciales en el tráfico, en los tiempos de viaje o la calidad de vida en general: al contrario, en un territorio tan limitado y poblado, estamos sometidos, incluso más que otras especies, a los efectos de las carreteras y los vehículos.


En cuanto a los impactos laterales que la red viaria tiene sobre los ecosistemas canarios, hay que prever que, por ejemplo, sólo en Tenerife existen unos 35.000 km de bordes viarios que pueden proyectar sus impactos hacia el seno de los ecosistemas adyacentes, ya sean naturales o plenamente humanizados.


Como disciplina científica emergente que aborda estos fenómenos de alteración de los ecosistemas por la infraestructura de transporte, la ecología de carreteras aúna las contribuciones de ecólogos, gestores, técnicos, y otros muchos especialistas. En otros países, los departamentos de transporte de las administraciones públicas acometen acciones y programas de conservación y mejora ambiental, invirtiendo una cuota de sus recursos en el análisis y búsqueda de soluciones para esta difícil pero inevitable relación entre el tráfico, las carreteras y los ecosistemas.


Un primer paso es concebir la red viaria como un ecosistema que interacciona con los compartimentos ambientales que le rodean, definir y reconocer las "funciones" ambientales de las carreteras y el papel que juegan las carreteras como elementos de la fragmentación ecológica, aspectos desatendidos largamente en las evaluaciones de impacto de proyectos de infraestructura viaria. Todo corredor viario tiene desempeña una o más de las siguientes funciones en el ecosistema donde se ha construido: filtro, barrera, corredor o pasillo, hábitat, sumidero y fuente. Las carreteras tienen un comportamiento ecológico que se puede evaluar científicamente, y la zona de influencia viaria (el espacio transformado directa o indirectamente por la carretera y los vehículos) es un área ecológicamente compleja que se puede delinear más allá de la simple "zona de servidumbre" que viene en los manuales de evaluación de impacto al uso. Muchos son los indicadores a usar para comprender como afectan las carreteras a los ecosistemas.


Entre ellos están las respuestas de la fauna a la proximidad de las vías y la mortalidad de animales debida al tráfico, los efectos de borde en la diversidad de especies, la homogeneización de las biotas por efecto de las invasiones biológicas, los efectos de barrera al flujo de individuos y especies, con la interrupción de la comunicación entre poblaciones de especies silvestres. En Canarias sólo se han empezado a dar pequeños pero reveladores pasos en la investigación científica de las alteraciones provocadas por las carreteras en los ecosistemas.


En cuanto a las acciones correctoras y paliativas de los impactos viarios, es necesario combinar el conocimiento sobre las especies (tamaño poblacional, movimientos, requerimientos de hábitat, distribución y estado de conservación, etc.), con los procedimientos y estrategias tecnológicas para aplicar a la ingeniería viaria en obras existentes o futuras.


Perfil del Investigador


Doctor en Biología, por la Universidad de La Laguna. Profesor Contratado Doctor del Área de Ecología de la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla. Desarrolla su actividad científica en las siguientes líneas de investigación: ecología y biogeografía insular, impacto ecológico del transporte, bioaerosoles y ecología marina (comunidades y especies de invertebrados bentónicos).


2 comentarios:

CHOPINGO dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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