jueves, 16 de abril de 2009

UN PRESIDENTE FRANCÉS, UNO ESPAÑOL Y OTRO ALEMÁN MIDEN SU INTELIGENCIA Y ... da igual, al final importa poco el cociente intelectual


No se sabe bien si de forma irónica o no, como crítica o incluso como elogio, pero parece que el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, ha bromeado sobre la inteligencia de Zapatero. ¿Es el presidente español menos inteligente que el francés? No lo sabemos, pero hay teorías que vendrían a decir lo contrario. Es verdad que tener un cociente intelectual (CI) mayor no supone tener más luces, pero de acuerdo a las hipótesis del profesor de Psicología Richard Lynn, curiosamente, un español tendría un cociente medio un poco mayor que el de un francés.


Algunos cocientes intelectuales medios por nacionalidad (según clasificación de Lynn)


Por su puesto, son todos suposiciones, pero este investigador considera que las diferentes naciones tienen un nivel de inteligencia diferente y defiende que los japoneses, chinos y otros orientales muestran el cociente intelectual medio más alto: 105. Así pues, basándonos siempre en la lista de cociente intelectual internacional(PDF) (ver en Wikipedia) elaborada por este psicólogo, y aplicándola a las nacionalidades de los presentes en la reunión del G-20 de Londres, entonces el dirigente con posibilidades de tener un mayor CI sería Lee Myung-bak, primer ministro de Corea del Sur (país al que se le atribuye un CI de 106).


De acuerdo a esta curiosa lista, el país de origen daría a un presidente español un CI de 99, superior al de un francés (98) o un estadounidense (98), pero inferior al de un italiano (102) o un alemán (102). Claro que esta clasificación es sólo la teoría del profesor Lynn.


...da igual, al final importa


poco el cociente intelectual



  • La empatía, la confianza en los demás y el positivismo claves en la inteligencia emocional
  • El cociente intelecual (CI) ya no se considera suficiente para medir el éxito
  • Tanto Zapatero como Sarkozy tratan de sacar partido a sus otras "habilidades"


Por PILAR PORTERO

¡Ah, no! Hasta ahí podiamos llegar. Una cosa es que los españolitos de a pie cuestionemos la capacidad intelectual de nuestro presidente, y otra bien distinta que Sarkozy se permita comentar que "puede que no sea muy inteligente". Ahora que la inteligencia emocional (IE) se considera el medidor más fiable de liderazgo, hay muchos datos para analizar cuál de los dos mandatarios tiene más habilidades para triunfar.


"Cuando el listo es tonto" es el título de uno de los capítulos más elocuentes sobre la inteligencia que componen "Inteligencia Emocional", el influyente libro del psicólogo norteamericano Daniel Goleman. Una elevada inteligencia académica, la que desde hace un siglo se mide a base de test de cociente intelectual (CI), no garantiza el éxito en la vida. Diversos estudios apuntan que el concepto de CI puede influir un 20% en el éxito pero el resto de factores que dibujan el perfil intelectual tienen más que ver con otro tipo de habilidades como "la capacidad para motivarse uno mismo, de perseverar en los objetivos a pesar de las frustraciones, de regular los estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera en las facultades racionales o en la capacidad de empatizar y confiar en los demás", entre otras. Zapatero ha demostrado encajar en algunas de estas premisas. La facilidad para conectar con Obama -lo que se conoce como empatía- ya se ha encargado él mismo de comunicárnosla. Su nivel de confianza es también grande. No hay más que observar la lista de colaboradores en los que ha ido confiando ciegamente en distintas etapas. Caldera fue uno de los primeros, al que sucedió Miguel Sebastián y ahora Bernardino León. Por no hablar de su inquebrantable fidelidad a su primo y consejero José Manuel Vidal Zapatero. Y de su habitual positivismo, el mismo que esta misma semana le hizo declarar en el Congreso de los Diputados que pese a la situación de emergencia "yo sigo esperanzado".


En realidad, el presidente francés sabe que más importante que la inteligencia pura y dura, resultan otras cualidades esenciales que diferencian a un triunfador del resto. De hecho, la frase que Sarkozy, según revela el diario galo "Liberation", pronunció en una cena con parlamentarios tras la reunión del G-20 fue: "Puede que no sea muy inteligente", objeta Sarkozy. "Pero yo conozco a personas que eran muy inteligentes y que no han llegado a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales". Al final resulta que el arrogante Sarkozy le piropeó más que insultarle. Él propio Nicolas proyecta una imagen en la que su habilidad para rentabilizar cualquier acontecimiento prevalece por encima de su capacidad intelectual. La forma en la que maneja la información y sus medidas bravuconerías quizá le alejen de la clase intelectual pero le acercan al pueblo que tiene que apoyarle masivamente. No se puede contentar a todo el mundo, y él ha optado por conectar con quienes pueden asegurar su continuidad. Sus abrazos fraternales a los dignatarios con los que se reúne y sus constantes muestras de afecto, serán una impostura pero demuestran cierto dominio de la situación que se amplifica en cada foto. Esos gestos le permiten mostrar cierta ventaja, una dosis extra de poder y naturalidad frente a la encorsetada actitud de sus homólogos. El duelo gestual que protagonizaron Obama y Sarkozy en Estrasburgo, en el que las sonrisas y los abrazos a Michelle y Carla se usaron para batirse el cobre, es un delicioso ejemplo de inteligencia emocional mediática.


INTELIGENCIA


¿ QUÉ ES LO QUE NO HAY?




Para otros usos de este término, véase Inteligencia (desambiguación).

Inteligencia (del latín intellegentĭa) es la capacidad de entender, asimilar, elaborar información y utilizarla adecuadamente. Es la capacidad de procesar información y está íntimamente ligada a otras funciones mentales como la percepción, o capacidad de recibir dicha información, y la memoria, o capacidad de almacenarla.[1]

El Pensador, de Auguste Rodin.

Contenido


Etimología



La palabra inteligencia es de origen latino, intelligentĭa, que proviene de inteligere, término compuesto de intus "entre" y legere "escoger", por lo que, etimológicamente, inteligente es quien sabe escoger. La inteligencia permite elegir las mejores opciones para resolver una cuestión.


La palabra inteligencia fue introducida por Cicerón para significar el concepto de capacidad intelectual. Su espectro semántico es muy amplio, reflejando la idea clásica según la cual, por la inteligencia el hombre es, en cierto modo, todas las cosas.[2]


Definir la inteligencia



Definir qué es la inteligencia es siempre objeto de polémica; las definiciones de inteligencia pueden clasificarse en varios grupos: las psicológicas, mostrando la inteligencia como la capacidad cognitiva, de aprendizaje, y relación; las biológicas, que consideran la capacidad de adaptación a nuevas situaciones; las operativas, etc. Además, el concepto de inteligencia artificial generó hablar de sistemas, y para que se pueda aplicar el adjetivo inteligente a un sistema, éste debe poseer varias características, tales como la capacidad de razonar, planear, resolver problemas, pensar de manera abstracta, comprender ideas y lenguajes, y aprender.


Tal diversidad indica el carácter complejo de la inteligencia, la cual sólo puede ser descrita parcialmente mediante enumeración de procesos o atributos que, al ser tan variados, hacen inviable una definición única y delimitada, dando lugar a singulares definiciones, tales como: «la inteligencia es la capacidad de adquirir capacidad», de Woodrow, o «la inteligencia es lo que miden los test de inteligencia», de Bridgman.


Ámbito psicológico



Definiciones



Las definiciones psicológicas han sido elaboradas bajo diversas perspectivas:



Definición diferencial de la American Psychological Association



La American Psychological Association (APA), una organización científica y profesional de psicólogos de EEUU, lo expuso así:[3]

Los individuos difieren los unos de los otros en habilidad de comprender ideas complejas, de adaptarse eficazmente al entorno, así como el de aprender de la experiencia, en encontrar varias formas de razonar, de superar obstáculos mediante la reflexión. A pesar de que estas diferencias individuales puedan ser sustanciales, éstas nunca son completamente consistentes: las características intelectuales de una persona variarán en diferentes ocasiones, en diferentes dominios, y juzgarán con diferentes criterios. El concepto de "inteligencia" es una tentativa de aclarar y organizar este conjunto complejo de fenómenos.

Definición general del Mainstream Science on Intelligence

Definición que fue suscrita por cincuenta y dos investigadores en 1994:[4]

Una muy general capacidad mental que, entre otras cosas, implica la habilidad de razonar, planear, resolver problemas, pensar de manera abstracta, comprender ideas complejas, aprender rápidamente y aprender de la experiencia. No es un mero aprendizaje de los libros, ni una habilidad estrictamente académica, ni un talento para superar pruebas. Más bien, el concepto se refiere a la capacidad de comprender nuestro entorno.

Teorías

A finales del siglo XX surgen varias teorías psicológicas que cobran gran celebridad: la Teoría de las inteligencias múltiples, la Teoría triárquica de la inteligencia y la que trata de la Inteligencia emocional.

Inteligencias múltiples

Howard Gardner, psicólogo norteamericano de la Universidad de Harvard, escribió en 1983 “Las estructuras de la mente”, un trabajo en el que consideraba el concepto de inteligencia como un potencial que cada ser humano posee en mayor o menor grado, planteando que ésta no podía ser medida por instrumentos normalizados en test de CI[5] y ofreció criterios, no para medirla, sino para observarla y desarrollarla.

Según Howard Gardner, creador de la Teoría de las inteligencias múltiples, la inteligencia es la capacidad para resolver problemas o elaborar productos que puedan ser valorados en una determinada cultura. Propuso varios tipos de inteligencia, igual de importantes:

Caracteriza a escritores y poetas. Implica la utilización de ambos hemisferios cerebrales.
Es fundamental en científicos y filósofos. Al utilizar este tipo de inteligencia se hace uso del hemisferio lógico.
Era la predominante en la antigua concepción unitaria de "inteligencia".
Es el talento de los músicos, cantantes y bailarines. Es conocida comúnmente como "buen oído".
  • Inteligencia espacial: la capacidad en aspectos como: color, línea, forma, figura, espacio, y sus relaciones en tres dimensiones.
Esta inteligencia atañe a campos tan diversos como el diseño, la arquitectura, la ingeniería, la escultura, la cirugía o la marina.
Es el talento de los actores, mimos, o bailarines. Implica a deportistas o cirujanos.
No está asociada a ninguna actividad concreta.
Es típica de los buenos vendedores, políticos, profesores o terapeutas.
También es denominada Inteligencia emocional.

Posteriormente añadió:

Los biólogos y naturalistas son quienes más la desarrollan.
  • Inteligencia existencial: la capacidad para situarse a sí mismo con respecto al cosmos.
Requiere de un estudio más profundo para ser caracterizada como inteligencia.

La crítica más común es que la inteligencia musical y la cinestésica no muestran inteligencia, sino talento.

Triárquica de la inteligencia

Robert J. Sternberg, psicólogo estadounidense profesor de la Universidad de Yale, en su Teoría triárquica de la inteligencia de 1985, estableció tres categorías para describir la inteligencia:

  • Inteligencia componencial-analítica: la habilidad para adquirir y almacenar información.
  • Inteligencia experiencial-creativa: habilidad fundada en la experiencia para seleccionar, codificar, combinar y comparar información.
  • Inteligencia contextual-práctica: relacionada con la conducta adaptativa al mundo real.

Inteligencia emocional

Daniel Goleman, psicólogo estadounidense, publicó en 1995 el libro Emotional Intelligence, "Inteligencia emocional", que adquirió fama mundial, aunque fueron Peter Salowey y John D. Mayer los que acuñaron la citada expresión "Inteligencia emocional", en 1990. Anteriormente, el psicólogo Edward Thorndike, había manejado un concepto similar en 1920, la "Inteligencia social".

Para Goleman la inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos. Considera que la inteligencia emocional puede organizarse en cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos propios, manejarlos, reconocerlos, crear la propia motivación, y manejar las relaciones.

Intentos de medir la inteligencia

A pesar de la gran variedad de conceptos que surgen en torno al término inteligencia, el más influyente, cuando se trata de evaluarla, es el cociente intelectual de los individuos, calculado en los test psicométricos –y sobre el que han aparecido multitud de publicaciones científicas.

La psicometría

La psicometría es la disciplina que se encarga de las mediciones psicológicas. Los primeros trabajos de psicometría surgieron para evaluar la inteligencia mediante diversos test que miden el cociente intelectual y que se correlacionan entre sí, en gran medida.

La opinión tradicional es que estos test miden el "factor general de inteligencia", o factor g, definido por Charles Spearman en su Teoría bifactorial de la inteligencia; éste factor se determina comparando el rendimiento del sujeto con el obtenido por su grupo de referencia, en condiciones similares.

Controversias

Los test para evaluar el cociente intelectual fueron empleados, inicialmente, para predecir el rendimiento escolar. Los creadores no creyeron que estuvieran midiendo una inteligencia estática y, a pesar de ello, los críticos argumentan que los test de inteligencia han sido empleados para justificar teorías genéticas en las que la inteligencia sería una cualidad única y fija. [6]

Las investigaciones acerca de la inteligencia humana crean gran preocupación en el público y generan más críticas que los estudios científicos de otras áreas. Así, hay numerosos estudios que han puesto en tela de juicio la relevancia de los test psicométricos. Hay controversias sobre los factores genéticos en la inteligencia, particularmente en cuestiones sobre si estas diferencias se relacionan con la raza y el género, o cómo interpretar el incremento en las puntuaciones de los test, conocido como el efecto Flynn.

Los críticos de la visión psicométrica señalan que la gente tiene un concepto distinto de inteligencia al que se mide en los test. Argumentan que esta visión sólo mide una parte de lo que comúnmente se entiende por inteligencia. Además, cuando se realiza un test, hay diversas circunstancias que influyen en el resultado, como el estado de ánimo, la salud, o el conocimiento previo de pruebas similares. Stephen Jay Gould ha sido una de la voces más críticas de los test de inteligencia; argumenta que esta no es mensurable y también rebate los puntos de vista hereditarios.

Sociedades de superdotados en el mundo

Las asociaciones de superdotados son organizaciones que limitan la membresía a personas que hayan alcanzado un determinado percentil en un test de CI, lo cual incluiría en teoría a las personas con mayor CI del mundo. La asociación más antigua, más grande y mejor conocida de este tipo, es Mensa Internacional, fundada en 1946 por Roland Berrill y Lancelot Ware.[7]

Teoría de la emergencia evolutiva

Desde el punto de vista de la evolución biológica, existe un largo proceso de adquisición de facultades asociadas a las diversas inteligencias. En la naturaleza observamos su diversidad y complejidad, mostrando los distintos grados.

Evidencias

La naturaleza no desarrolla formas de vida inteligentes por premeditación; los seres más simples reaccionan ante el medio mediante programación genética, miedos y afinidades instintivas. Un pequeño cambio en estos instintos implica muchas generaciones. La selección natural ha favorecido la rapidez en la adaptación al medio. Esta criba de seres vivos ha seleccionado aquellos que disponen de un sistema nervioso central como los seres superiores dentro de la escala trófica de alimentación. Dentro de esta escala, la selección ha dejado en la cumbre a aquellos que disponen de un sistema nervioso central con cerebro e identidad de individuos. Esta disposición del sistema nervioso les hace capaces de administrar en mayor o menor medida sus comportamientos, aprendiendo y reaccionando en consecuencia, esto es, con inteligencia, un resultado consecuente del ahorro energético que supone memorizar y recordar para luego aplicar resultados.

La inteligencia no es una cualidad únicamente humana (solipsismo humano), en mayor o menor medida todos los seres vivos la tienen, basada en las hormonas, visceralidad, el sistema nervioso periférico o el central, incluso con zonas específicas del sistema nervioso central para procesos concretos. Muchos animales tienen signos claros de inteligencia instintiva, e incluso pueden lograr algunas etapas racionales primarias bajo entrenamiento. Algunos casos de animales domésticos que se antropizan pueden llegar a adquirir algunos rasgos de inteligencia racional.

Grados

Las distintas cualidades psíquicas y sus distintos grados de desarrollo pueden considerarse como las distintas formas de inteligencia, utilizadas para un uso práctico, lúdico o perverso, pero en todos los casos, inteligencia.

La naturaleza nos muestra que la inteligencia es una cuestión de grado; podemos encontrar rasgos inteligentes en aquellas situaciones en el que el ecosistema alberga sistemas biológicos capaces de ahorrar energía frente a otras alternativas más costosas. El hecho de encontrar el camino más corto entre dos puntos, es una muestra de que se está aplicando algún tipo de lógica, cuyo procesamiento da evidencias de un grado de inteligencia.[8]

La inteligencia depende de las variaciones del sistema, que se sujeta a la teoría general de sistemas, estableciendo una lógica y, a su vez, la lógica depende de un diferencial. En la naturaleza encontramos constantes indicios de diferenciales. Las unidades biológicas reactivas ante la variación de los diferenciales del medio, se podrían catalogar como unidades de funcionamiento condicionado o lógico. En otras palabras, ante una variación concreta de un valor del medio, esa unidad biológica actuará siempre de la misma manera. Se puede decir, que la unidad de la inteligencia es la lógica, que a su vez se basa en la termodinámica del medio, o sea algo totalmente natural.[9]

Inteligencia primaria

El grado mínimo de inteligencia se le otorga al Moho Mucilaginoso, que está en la frontera de hongo y animal (micólogos y zoólogos no se ponen de acuerdo). Dentro de esta categoría aun se distinguen dos grupos: los plasmodiales y los celulares.

Se han realizado en Japón experimentos con Physarum Polycephalum.[10] Estos plasmodiales son organismos unicelulares con múltiples núcleos que son capaces de encontrar el camino más corto en un laberinto. Es el mejor ejemplo de procesamiento de información sin poseer un sistema nervioso.

Inteligencia humana

La inteligencia del ser humano va más allá de la capacidad de asimilar, guardar, elaborar información y utilizarla adecuadamente, actividad que también son capaces de hacer los animales e incluso los ordenadores. El ser humano, a diferencia de los animales, desarrolla la capacidad de iniciar, dirigir y controlar muchas actividades mentales, como ocurre con nuestra atención o con el aprendizaje, que deja de ser automático para focalizarlo hacia determinados objetivos deseados. La antigua interpretación errónea de que la inteligencia sólo servía para resolver problemas de tipo matemático o físico, había dejado de lado las capacidades de resolver cuestiones que afectan a la felicidad personal o a la buena convivencia social.[11]

Sólo a partir de Darwin se ha comprendido que no somos la especie elegida, sino una especie única entre otras muchas especies únicas, aunque maravillosamente inteligente.[12]

Desarrollo de la inteligencia

La pedagogía es la ciencia que estudia la educación humana y elabora técnicas que faciliten el aprendizaje; los pedagogos muestran gran interés en los diferentes aspectos relacionados con la inteligencia y sus factores condicionantes, tanto psicológicos y biológicos como socio-culturales. Algunos de estos condicionantes son:

  • Factores hereditarios: el carácter hereditario no significa una relación lineal ni que se encuentre predeterminado. La combinación de genes ofrece multitud de posibilidades. Estudios realizados con gemelos idénticos (monocigóticos) y mellizos (dicigóticos) ayudan a establecer estas diferencias.[13] Es un factor más, no determinante.
  • Otros factores biológicos: la migración de mayor densidad de neuronas especializadas en almacenar conocimiento, desde el tronco encefálico hacia la corteza cerebral, crea conexiones sinápticas más entrelazadas en los primeros meses de vida.
  • Factores ambientales: el entorno del individuo es crucial para el desarrollo de la inteligencia; situaciones muy opresivas pueden limitarla al generar inestabilidad emocional. El medio sociocultural es muy importante en el desarrollo intelectual de un individuo. Un sujeto que crezca en un ambiente con adecuados estímulos cognitivos puede desarrollar mayores aptitudes intelectuales frente a un sujeto que se críe en un ambiente con pobreza de estímulos (Véase: Kaspar Hauser).
    • Educación: una educación esmerada puede proporcionar valiosas herramientas para desenvolverse.
    • Motivación: un individuo puede desarrollar mejor su inteligencia si es motivado por su familia o personas de su entorno a mejorar su percepción cognitiva.
    • Hábitos saludables: una dieta sana genera mejores condiciones para desarrollarse. Dormir adecuadamente facilita el desarrollo de los procesos cerebrales. El alcohol y otras drogas pueden llegar a incapacitar al individuo.

Principio de lateralidad

R. Sperry neurofisiólogo, ha realizado estudios que muestran que nuestros dos hemisferios cerebrales se nutren de las mismas informaciones básicas, pero que las procesan de forma distinta. Cada uno de nosotros tiene un hemisferio dominante (predisposición genética), bien sea el derecho (especializado en intuir motivaciones propias) o el izquierdo (especializado en el análisis y las ambiciones). Se puede decir que el mayor grado de integración de los hemisferios es la capacidad de analizar las intuiciones, dando como resultado una proyección especulativa de comportamientos en personalidades ajenas a la nuestra.

A este mismo principio, se le une la capacidad de integrar las distintas inteligencias en una única solución. Admitiendo la existencia de todas las inteligencias en todos los seres humanos, estas emergerán tanto en cuanto el medio así lo favorezca; las que no emergen se asumen como carga para el sistema nervioso del individuo que no es capaz de llevar 'la carga a buen puerto', y por lo tanto, dentro del sistema de selección, tiene menos posibilidades para dejar descendencia, extinguirse su linaje, y él como individuo.

Como aumentarla

La inteligencia en su conjunto, al igual que las diversas capacidades mentales, aumentan de forma indirecta. Para que una determinada capacidad aumente es necesario realizar otra actividad que tenga en común alguna subcapacidad, y que esta subcapacidad sea entrenada adecuadamente de forma subconsciente. Las capacidades mentales, tienen otras paralelas, que se activan cuando se realiza la primera de estas.

Un ejemplo claro: Para aumentar la capacidad musical, es necesario realizar otra paralela o que use patrones mentales cercanos, como la orientación espacial. Habría en este caso que dedicarse a fondo al análisis cartográfico de planos de forma presente, es decir, establecer retos sobre como orientarse en plena ciudad desconocida y sobre como llegar a determinados puntos del mapa usando como referencia la posición actual; usando la capacidad espacial (de orientación).

Otro ejemplo: Para aumentar la capacidad lingüística habría que activar el área motriz del cerebro, ya que al realizar movimientos de partes del cuerpo esta se activa, y cuando se habla también. Habría en este caso, que recorrer andando distancias durante un cierto tiempo cada día(sin excederse), de forma constante. De este modo la capacidad lingüística aumentaría de forma inusitada.

La capacidad intelectual en su conjunto aumenta al realizar diversas actividades de distintos ámbitos a lo largo del día (pequeñas dosis), y alargando la realización de estas actividades(en pequeñas dosis) durante el mayor tiempo posible. Los efectos de aumento de inteligencia, no empezarían a hacerse notables hasta pasado un tiempo (meses).

Además, un cierto estrés, en pequeñas dosis durante el día o durante la semana, favorece la segregación de determinadas hormonas como la adrenalina, que a su vez generan hormonas como la dopamina, que es un neurotransmisor.

Lo que nunca habría de hacer, sería mantener un estilo de vida sedentario, sin realizar actividades físicas o mentales, o aún peor, realizando una sola actividad durante el día. Tampoco habría de dormir poco, o vivir en un ambiente completamente estresante. El sueño es un factor que mejora las conexiones neuronales.


Referencias y notas

  1. Manual de psiquiatría médica (2ª ed.), de Jefferson, J. y Moore, D.
  2. (Aristóteles, De anim. III, 8) Inteligencia. Psicología. Enciclopedia GER.
  3. APA Task Force Report, Intelligence: Knowns and Unknowns.
  4. Mainstream Science on Intelligence reprinted in Gottfredson (1997). Intelligence p. 13.
  5. El cociente de inteligencia es un índice que pretende establecer la relación entre la edad mental y la edad cronológica.
  6. The myth of intelligence. The Psychological Record, vol. 53, 2003.
  7. Percival, Matt (2006-09-08). Consultado el 2006-09-26.
  8. Eduardo Punset, El viaje a la felicidad.
  9. Eduardo Punset. Como crear un superorganismo. Redes.
  10. Cellular memory hints at the origins of intelligence
  11. La inteligencia, en psicoactiva.com
  12. J. L. Arsuaga, I. Martinez. La especie elegida, 1998, Ed. Temas de hoy, pag. 336.
  13. Mientras en gemelos el grupo sanguíneo es igual (100%), en mellizos es el 66%. El color de los ojos 99% y 28%.
Fuentes Consultadas
  • Punset, Eduardo. (2006) El viaje a la felicidad. Las nuevas claves científicas. Ed. Destino. Octava Edición. ISBN 84-233-3777-4.
  • La inteligencia, en psicoactiva.com
  • Lederman, Leon M. y Hill, Christopher T. (2006) La simetría y la belleza del universo. Ed. TusQuets. 1ª Edición. Patrocinado por Cosmo Caixa - Fundación la Caixa. Colección Metatemas. ISBN 84-8310-351-6.
Bibliografía de referencia
  • Gardner, Howard (2003) Inteligencias múltiples, Paidos, ISBN 950-12-5012-1.
  • Sternberg, R. J. (1985) A Triarchic Theory of Intelligence. Cambridge University Press.
  • Goleman, Daniel (1996) Inteligencia emocional. Kairos. Barcelona.
  • Bonner, John T. (1980) The evolution of Culture in Animals. Princenton University Press.
  • En español: Bonner, John T. (1982) La revolución de la cultura de los animales, Alianza Editorial.

Fuente: st

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