Como muy bien sabes, aunque vine al mundo en la Laguna, en casa de una tía, siempre viví en La Cuesta de Arguijón desde que nací hasta que cumplí 17 o 18 años; no recuerdo muy bién.
Este artículo en tu Blog me trae a la memoria no solo el colegio que nombra el entrante en el texto sino otro, donde yo estudié bachiller, y que estaba ubicado en la antigua Clínica de San Juan de Dios. Dicho colegio se llamaba SAN FERNANDO (privado y no muy caro).
El redactor quizá no se olvide tampoco de la ESCUELA PÚBLICA DE D. SIMÓN, cerca del callejón Piñeiro donde yo vivia, del Hogar Obrero justo al lado y creado por el cura D. Luis (que fumaba unos habanos de los mejores)ni de la Farmacia algo más arriba y esquina con la calle S. Juán. Todo ello en la misma acera. El cine Park, donde tantas veces asistí, se encontraba frente de la popular escuela pública de D. Simón y junto a él el estanco de D. Agustín. El CINELANDIA se encontraba cerca de la Sociedad del Club de Futbol Arguijón donde jugué en juveniles y 3ª regional (también se practicaba boxeo). Debe recordar también la barbería del Canario, cerca de la estación de Tranvias y el estanco, en la misma zona, de Dña. Aniceta,cuyo marido era, por entonces, concejal o algo parecido y cuyos hijos se llamaban respectivamente EUDALDITO Y PAQUÍN, este aquejado de una poliomelitis muy severa.
En una calle por encima y paralela a la de San Juán, cuyo nombre no recuerdo, se encontraba LA MOLIENDA donde trabajaba con su padre FABRICIANO DIAZ, años más tarde, conocido locutor de radio. En esa esquina con esa calle, vivía precisamente el caballero que nombra mi paisano: Teobaldo Arbelo Ramos a quién los niños de mi edad le guardaban un profundo respeto rayando el miedo; y por dos motivos fundamentales: por su aspecto físico derivado de la explosión de una granada y por su profunda y grave voz.
Los LUISES fueron para mi dos personajes increibles: uno era cura, como he dicho anteriormente; el otro, médico, que en aquel entonces practicaba abortos clandestinos en favor, sobre todo, de las prostitutas embarazadas.
D. Luis, el médico, totalmente anticlerical, solía adornarse el miembro con un lacito rojo los dias de borrachera para asistir a la sacritía a que D. Luis, el cura, se lo bautizara. ASÍ ERA LA CUESTA DE ENTONCES; ...y eso sin contar con ISABEL "LA PADILLA" y "PEPITO "EL MODELÓN".
Corrían por entonces los años 50
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