lunes, 9 de febrero de 2009

NO SON LOS FAMOSOS POLVOS DE MELENDEZ

El secreto

mejor guardado

de los australianos



Por ARRITXU ETXANIZ (SOITU.ES)


BRISBANE (AUSTRALIA).- Hay algo que puedes encontrar seguro en la casa de cualquier familia australiana. Un secreto que se ha pasado de generación en generación y ha pasado a formar parte de la vida cotidiana de los ciudadanos.

Se trata de la pomada de papaya fermentada del doctor Lucas, que es literalmente mano de santo. Para cualquier tipo de problema de piel, el inconfundible tarro rojo o el práctico tubito para el bolso hace más milagros que la Virgen de Lourdes. Está indicado para abscesos, forúnculos, magulladuras, quemaduras, carbuncos, tiña, rozaduras, cortes, quistes, piel agrietada, sarpullidos, picaduras, espinillas, rozaduras de pañal, pezones agrietados, alivio temporal de dermatitis y eczema e incluso para las hemorroides.


En 1890 el doctor Thomas Pennington Lucas compró una granja de 16 hectáreas a las afueras de Brisbane, en Acacia Ridge, y empezó a cultivar papayas para estudiar sus propiedades medicinales. En 1906 concluyó que la Carica papaya era ‘el árbol más maravilloso del mundo’ y comenzó la producción de la pomada de papaya fermentada que todavía hoy en día encontramos en la mayoría de los hogares australianos.


No hay cosa mejor para el culito irritado del pobre bebé o para la rozadura en la entrepierna después un partido de fútbol. Si te salta el aceite o tienes una cortadita que no se te cierra, lo cubres con un poquito de pomada y como nuevo. Hay quien lo usa por la noche como crema de ojos para mantener la hidratación y evitar las ojeras. Es una de las pocas cosas que todos los miembros de la familia saben dónde está guardada.


En 1911 la casa que aparece dibujada en sus envases se convirtió en el Hospital Vera de Papaya en New Farm, un barrio céntrico de Brisbane. Allí trataba el doctor a sus pacientes y aseguraba que sus experimentos con papaya fermentada habían dado resultados positivos en afecciones tan variadas como la epilepsia, problemas de útero, partos difíciles, estreñimiento, septicemia, quemaduras, difteria y la extracción de balas.


El Hospital Vera de Papaya en New Farm.


Los remedios de Lucas se podían inhalar, tomar en pastilla, pomada o hasta hacer gárgaras. Hoy en día el negocio continúa en la familia que todavía sigue produciendo sus remedios, siguiendo la misma fórmula que utilizó el doctor hace ya un siglo. La pomada elimina impurezas, alivia las molestias, ayuda a la cicatrización y posee un antiséptico suave que se puede utilizar para prevenir infecciones en heridas. También se puede tomar internamente para ayudar la digestión o para problemas intestinales.


Es uno de esos productos que nunca he visto anunciados en la televisión australiana o en una revista. Una de esas cosas que te las cuenta tu mejor amiga un día así, como por casualidad, sorprendida de que no lo supieras, porque es tan de cajón, que debes ser tú la única persona que no lo sepa.


Así que ya sabes si visitas Brisbane o cualquier otra ciudad australiana no dejes de llevarte en la maleta un botecito de esta milagrosa pomada. Lo agradecerás.

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